08 marzo 2006

Parábola de Juan y Antonio

Juan y Antonio son amigos. Aunque no siempre coinciden en gustos y actitudes ante la vida, se han amoldado el uno al otro. Juan es feliz con la vida que lleva, a pesar de sus rutinas y sus problemas cotidianos. Antonio, en cambio, no está satisfecho. Tiene miedo y decide huir en falso hacia otra ciudad en la que le ofrecen un atractivo trabajo. Sacrifica su vida de siempre por un empleo más acorde a sus aspiraciones. En su nuevo enclave, un sitio turístico, conoce otros aspectos de la vida. Hace amistades con gente que, como él, ha decidido romper con el pasado y vivir más aventuradamente. Vida loca, en definitiva. Aún así, mantiene su amistad con Juan, aunque, ya se sabe, la distancia merma los puntos de vida cotidiana en común. De vez en cuando, Antonio regresa a casa para visitar a la familia y a los amigos. Entre ellos, claro está, a Juan. Este siempre lo recibe con los brazos abiertos. Pero para Antonio, significa regresar a la rutina de la que ha huido, al pasado. Egoístamente, le exige a Juan que se amolde a su nueva situación mental. Pero no se da cuenta que el que se ha desamoldado es él mismo. Para colmo, Antonio ataca a Juan, le falta al respeto, le hace sentir mal e insulta a las personas que quiere. Es tremendamente injusto.

Pregunta: ¿Valen la pena las personas injustas?

P.D.: Antes de que alguien me diga que qué leches es este post, diré que este es mi blog y escribo de lo que quiero. No debo justificarme por ello. Ah! Y los mal pensados, que no piensen que esto es un rollo de Brokeback Mountain, que no va por ahí! Por cierto, podrías clicar en los anuncios de Google que hay abajo, que me dan dinerito por cada clic ;) Por supuesto, también recomiendo que veas las películas de la semana del margen derecho: Simpsons de carne y hueso y La crueldad del fútbol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no, no vale la pena
1.- que es él quien se ha querido desatar de la situación en la que estaba
2.- presumiblemente ahora está mejor que antes, si no no despreciaría a la gente que ha estado a su lado
3.- no es recomendable mantener el contacto con alguien si lo único que lo sustenta son los recuerdos
4.- las personas cambian, unas a mejor, otras a peor, y si él se comporta así puede ser que sea pq siempre lo ha llevado dentro. Desde luego, es lo que ha elegido
5.- también es bueno ponerse en la piel de los demás, quizás ha cambiado por algo en especial
6.- ánimo, si existen los desengaños amorosos ¿pq no los amistosos?

Anónimo dijo...

esperemos que Juan y Antonio hablen y lo solucionen... y si no puede ser, que al menos dejen de hacerse daño...