Florentino debe ser racista
Sólo así se explica que haya dimitido en este momento. ¿Alguien se acuerda ya de que Eto'o estuvo a punto de abandonar un terreno de juego por qué le denigraban como persona? Pues no, llevamos horas intensas en las que sólo debemos fijarnos en el ocaso de la galaxia.
Me da pena lo que debe aguantar Eto'o. Parece que por el simple hecho de pagar una entrada a un campo de fútbol, la gente tiene todo el derecho del mundo de insultar a futbolistas, entrenadores, árbitros, las madres de los árbitros, presidentes y demás. Lo que debió sufrir Figo el famoso día del cochinillo no se lo deseo a nadie. Pero en el caso de Eto'o, existe un plus. Se insulta a la dignidad humana, al mínimo respeto hacia el semejante. Se busca desestabilizar a un jugador desde un punto de vista de superioridad hacia las personas de otras razas. Algo que debe estar penado. Desgraciadamente, el racismo se ha cobrado muchas muertes y desigualdades sociales para ir haciendo gala de él. ¿O es que a alguien le parecería correcto que en una competición femenina el público invitara a las mujeres a ir a casa a fregar y planchar? Existen temas en los que no se puede cruzar la raya.
No me da ninguna pena Florentino Pérez. Un ser endiosado por su egocentrismo y por su entorno de aduladores. Se baja del barco antes del naufragio total que, a buen seguro, será la temporada. Arregló la economía del Real Madrid gracias a sus influencias políticas -algo que hacen todos los directivos- y pensó que podía inventar el fútbol con una dictadura de jugadores en la que el entrenador y los asesores técnicos son meros comparsas. Despreció al baloncesto, sección que, paradójica y milagrosamente, le ha otorgado su último título en el club. Hace tiempo que perdió los papeles, pero, aún así, dejará huella en la historia blanca.