Eurovecinos
A nadie sorprende ya que gane Eurovisión el país con mejores relaciones con sus vecinos. Y si tienes una frontera grande y te has disgregado en las últimas décadas, pues te impondrás tarde o temprano en el certamen de la canción ligera. Si tenemos en cuenta que estos tipos del Este se toman en serio esta horterada anual, pues todavía más. Canciones moñas, con patinadores que no han caído tan bajo en su glorioso historial deportivo y stradivarius contra un actor haciendo de cantante con una guitarra de juguete. Sin duda, me quedo con lo segundo. Humor, sobre todo humor.
Incidiendo en eso de la vecindad, si Europa todavía conservase las fronteras clásicas, con la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, Rusia no hubiera ganado Eurovisión. Sólo hace falta coger las votaciones oficiales y restar los puntos de los nuevos países. Grecia hubiera obtenido 169 puntos, por 143 de los rusos. España hubiera sumado 54 puntos en vez de los 55 que consiguió. Y es que Armenia fue el único país del bloque del Este que nos dio un punto. El chikichiki se baila en la China y también en Alcorcón, pero en Moscú todavía no.
