No más nubes blancas, no más luz azul

El pasado sábado, la luz azul que acompaña a Elefantes se apagó para siempre. La sala Razzmatazz acogió el último concierto de la banda. ¡Qué cúmulo de sensaciones agridulces viví! La cosa no comenzó muy bien, con el monumental atasco que vivió la zona provocado por los avioncitos estos de juguete que hacen acrobacias y que embobaron a media ciudad. Aparcamos en el quinto pino y entramos cuando los Montoto, los teloneros, estaban acabando su mini actuación. La verdad, no les hice mucho caso. Entre cerveza y cerveza, la sala se fue llenando. Y comenzó el concierto. Y, cómo no, el inicio me pilló en la barra, igual que el año pasado en Luz de gas. Cuando volví a mi sitio, no sin empujar a mucha gente, me metí en la música de lleno. Parle avec moi, une autre fois. Ellos no querían hablar, sólo querían estar a la altura. Las canciones iban sonando y yo tarareándolas, cantándolas, gritándolas, destrozándolas, incluso. Con Me llega información la locura, Piedad, el éxtasis, Me gustaría poder hacerte feliz, la emoción, Cada parte de ti, casi las lágrimas. Luego, me dio un bajón. Me di cuenta que ese era el concierto de despedida. Que no iba a vivir más momentos como ese. Que no volvería a revivir lo de La paloma, o lo de Cunit, o lo de Luz de Gas. Recordé lo mucho que ha marcado mi vida este grupo. Aquel cumpleaños, aquellas letras que expresaban tan bien cómo me sentía, aquella voluntad de mandar todo Al olvido. Aquel ...ya hace algún tiempo que yo te quise tanto que ya ni me acordaba. Aquel quién me iba a decir que sólo con tú sonreir inundarías todo mi ser de alegría. El concierto para mi ya no fue igual. Ellos dedicaron una canción especial a sus seguidores y se marcharon. Y volvieron para hacer un acústico. Y yo me preguntaba, ¿por qué os vais? ¿Por qué no explicáis claramente qué os ha pasado? Lo de Me muero por hacerlo bien no me aclaró nada. Lo siento, no os entiendo. Esa sensación se fue apoderando de mi hasta su último bis. Sú última canción cantada en directo, Más que tú a yo. Precisamente, la que abría su primer álbum, el casi desconocido El hombre pez. Supongo que no fue nada casual. Cerraron una etapa de sus vidas. Pero también de la mía, y a mi nadie me ha preguntado. Aún así, gracias por tantos momentos.