17 octubre 2008

¿Existe una mejor campaña de publicidad?

A estas alturas, cualquier consumidor poco informado de medios de comunicación sabe que hoy se estrena la película Diario de una ninfómana. Y no es porque se trate de un filme que llevábamos meses esperando. Tampoco porque sea una superproducción norteamericana que se nos ha colado hasta en la sopa, tipo Spiderman o La guerra de las galaxias. Su promoción se ha basado en la polémica y en la ¿ineptitud desinteresada? de las autoridades madrileñas, quienes han prohibido la exhibición del cartel en las marquesinas públicas.

4AD407FB-B05D-4D3E-BC50-A86A957043AB.jpgEl cartel en cuestión puede tener más o menos gusto y ser más o menos provocador, sensual o ridículo. Sin embargo, su censura ha desencadenado una retahíla de reacciones en los medios de comunicación que han hecho que todo el mundo hable de él. Vamos, la mejor promoción posible. Una campaña ¿involuntaria? de las autoridades madrileñas hacia aquello que querían prohibir.

No me cabe duda de que la película va a multiplicar su recaudación gracias al morbo de lo prohibido. Tampoco de que la editorial que tenga los derechos del libro escrito en 2000 por Valerie Tasso sacará una nueva edición. Todos se echan las manos a la cabeza por esta censura injustificada. Pero seguro que también todos los responsables, productores y distribuidores de la película se están frotando las manos. ¿Polémica involuntaria y desinteresada? Yo no creo en las casualidades.

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