21 diciembre 2005

Nos regalan un segundo


Leo en el blog de Marta Perarnau una noticia curiosa. Al parecer, a las 23 horas 59 minutos y 59 segundos del 31 de diciembre de 2005, o sea cuando falte justo un minuto para las 12 campanadas de Nochevieja, en el meridiano de Greenwich se introducirá un segundo adicional antes de que el reloj atómico marque las 0 horas del día 1 de enero de 2006. Según los científicos de la Universidad de Bonn, la corrección es necesaria para compensar que la Tierra gira cada vez más lenta. Esta medida supondrá en la práctica que el último minuto del año tendrá 61 segundos.

En España, debido a la diferencia horaria con Greenwich, el segundo adicional pasará a computarse en 2006, a las 0 horas 59 minutos y 59 segundos del día 1 de enero. Por tanto, aquí nos comeremos las uvas a la hora y sin retrasos, sin darnos cuenta de este cambio. Pero la primera hora del año tendrá 3601 segundos, uno más que cualquier otra hora.

Desde 1972, se han añadido un total de 32 segundos para corregir este desfase con la velocidad de rotación del globo terrestre. No obstante, la corrección de este año podría ser una de las últimas ya que se está planteando cambiar el sistema y hacerlo de golpe cuando ya se hayan acumulado muchos segundos.

Un segundo puede parecer una tontería. Y, sin duda, no nos daremos ni cuenta. Pero, ¿y si ese segundo que la vida nos regala fuera el que cambiara el futuro de nuestras vidas para siempre? El segundo en el que ves por primera vez a alguien y descubres que es la persona con la que quieres compartir tu vida. El segundo en el que los niños de San Ildefonso sacan la bolita con tu número. El segundo de anticipación con el que frenas el coche y evitas un accidente. El segundo en el que sientes un escalofrío de placer que te recuerda lo bueno que puede ser vivir...

¿Tú qué quieres que te pase en ese segundo?

2 comentarios:

@lex dijo...

Si ese segundo fuera vital de alguna manera para mi existencia, lo dedicaria a decirles a mis seres queridos: "Te quiero".

Anónimo dijo...

Me cuesta decidir que me gustaría que pasase en ese segundo, pero tengo muy claro con quién me gustaría pasarlo.